Ayer por la mañana se registraron dos marchas de la juventud trotskista y de los movimientos sociales. Por la noche, la juventud kochala se sumó a los homenajes. Los cívicos ganaron las calles.
Luego de ganar las calles de la ciudad de Cochabamba para rendir homenaje a los caídos el 11 de enero del año pasado, los jóvenes de diferentes sectores de la capital del valle decidieron llevar la batuta de la confrontación política del departamento, en el marco del inicio de una nueva etapa en el país.
Una jornada con varios matices se vivió ayer, a un año de los enfrentamientos. La Plaza de las Banderas revivió esos momentos luctuosos, con heridas en los bandos confrontados que se mostraron aún abiertas.
“Unidad” fue el principal pedido de quienes afirmaron arriesgar su vida por la lucha y defensa de lo que creyeron justo defender: “la democracia”. “Vamos a empezar todo de nuevo, aquí surgirán los nuevos líderes, nos organizaremos en célula y la retroalimentaremos día a día”, indicaron los Jóvenes Kochalas, en la concentración convocada por el Comité Cívico. Reunión que contó con una masiva participación de personas aglutinadas en la Plaza de las Banderas.
“Demostramos que podíamos salir de nuestras casas, sin miedo y temor, pusimos la vida en riesgo con el único propósito de pedir respeto, arriesgamos la vida con la convicción de luchar por lo que es justo. El 11 de enero es la oportunidad para darnos la mano, para convertirnos en célula, para reaccionar y ser protagonistas del cambio, de la construcción de una nueva Cochabamba”, dijeron.
Los Jóvenes Kochalas repudiaron a quienes trataron de coartar su libertad, a quienes no tomaron en serio la intención de defender la ciudad.
Reproches también existieron en el Concierto de Protesta, actividad llevada a cabo en la plazuela Busch y organizada por la Coordinadora de Juventudes Antifascistas de Bolivia; bajo la modalidad de tribuna libre se pronunciaron por el homenaje a Juan Ticacolque y Luciano Colque. “Nos pronunciamos a un año de las agresiones fascistas que fueron manipuladas por la Prefectura junto al Comité Cívico, queremos recordar a todos los caídos, porque una vida no vale más que otras”, señalaron.
Se habló de un grupo de gente que arremetió contra los campesinos. Con fotografías, videos, música y discursos, aseguraron “no permitir y trabajar para que el fascismo avance. Nos pronunciamos para sepultar, asesinar y expulsar de Cochabamba y de Bolivia a Manfred Reyes Villa y sus lacayos del Comité Cívico”.
“Hemos sentido ese racismo en Cochabamba y hemos visto claramente ese 11 de enero con sus pistolas, sus balas que nos hirieron y nos dijeron \'indios de mierda váyanse\', hoy buscamos la reivindicación y por eso estamos los jóvenes presentes, por voluntad propia”, dijo el representante de los jóvenes del trópico. Aseguraron que la Juventud Antifascista hará respetar a las organizaciones sociales y darán línea. Ponerse al frente de los nuevos desafíos también fue parte del discurso de los jóvenes universitarios, que conformaron la Brigada Antifascista, un grupo destinado a defender a las organizaciones sociales.
Encabezados por Carmiña Torrico, dirigente universitaria, aparecieron por primera vez reprochando las jornadas de enero y el actuar de los Jóvenes por la Democracia; los denominaron “pañuelitos blancos, hijitos de papá, organizados por la media luna y empresarios”, los acusaron de “haber salido a matar a los hermanos campesinos. Han querido enfrentarse con nosotros, con una mano su pañuelo y con la otra su pistola, nosotros sólo nuestro pecho para defendernos contra esos criminales”.
Aseguró que a partir de la fecha las brigadas no permitirán los enfrentamientos, “no volveremos a enfrentarnos sólo con nuestros pechos, estamos preparados para responder”.
Ambos grupos llamaron a los jóvenes a unirse y ponerse al frente; la Juventud Kochala pidió aceptar el desafío y ponerse al frente de cada departamento. Las brigadas convocaron a prepararse físicamente para hacer frente a los “pañuelitos blancos” y Juventud Cruceñista. Redacción Cochabamba.
Una jornada con varios matices se vivió ayer, a un año de los enfrentamientos. La Plaza de las Banderas revivió esos momentos luctuosos, con heridas en los bandos confrontados que se mostraron aún abiertas.
“Unidad” fue el principal pedido de quienes afirmaron arriesgar su vida por la lucha y defensa de lo que creyeron justo defender: “la democracia”. “Vamos a empezar todo de nuevo, aquí surgirán los nuevos líderes, nos organizaremos en célula y la retroalimentaremos día a día”, indicaron los Jóvenes Kochalas, en la concentración convocada por el Comité Cívico. Reunión que contó con una masiva participación de personas aglutinadas en la Plaza de las Banderas.
“Demostramos que podíamos salir de nuestras casas, sin miedo y temor, pusimos la vida en riesgo con el único propósito de pedir respeto, arriesgamos la vida con la convicción de luchar por lo que es justo. El 11 de enero es la oportunidad para darnos la mano, para convertirnos en célula, para reaccionar y ser protagonistas del cambio, de la construcción de una nueva Cochabamba”, dijeron.
Los Jóvenes Kochalas repudiaron a quienes trataron de coartar su libertad, a quienes no tomaron en serio la intención de defender la ciudad.
Reproches también existieron en el Concierto de Protesta, actividad llevada a cabo en la plazuela Busch y organizada por la Coordinadora de Juventudes Antifascistas de Bolivia; bajo la modalidad de tribuna libre se pronunciaron por el homenaje a Juan Ticacolque y Luciano Colque. “Nos pronunciamos a un año de las agresiones fascistas que fueron manipuladas por la Prefectura junto al Comité Cívico, queremos recordar a todos los caídos, porque una vida no vale más que otras”, señalaron.
Se habló de un grupo de gente que arremetió contra los campesinos. Con fotografías, videos, música y discursos, aseguraron “no permitir y trabajar para que el fascismo avance. Nos pronunciamos para sepultar, asesinar y expulsar de Cochabamba y de Bolivia a Manfred Reyes Villa y sus lacayos del Comité Cívico”.
“Hemos sentido ese racismo en Cochabamba y hemos visto claramente ese 11 de enero con sus pistolas, sus balas que nos hirieron y nos dijeron \'indios de mierda váyanse\', hoy buscamos la reivindicación y por eso estamos los jóvenes presentes, por voluntad propia”, dijo el representante de los jóvenes del trópico. Aseguraron que la Juventud Antifascista hará respetar a las organizaciones sociales y darán línea. Ponerse al frente de los nuevos desafíos también fue parte del discurso de los jóvenes universitarios, que conformaron la Brigada Antifascista, un grupo destinado a defender a las organizaciones sociales.
Encabezados por Carmiña Torrico, dirigente universitaria, aparecieron por primera vez reprochando las jornadas de enero y el actuar de los Jóvenes por la Democracia; los denominaron “pañuelitos blancos, hijitos de papá, organizados por la media luna y empresarios”, los acusaron de “haber salido a matar a los hermanos campesinos. Han querido enfrentarse con nosotros, con una mano su pañuelo y con la otra su pistola, nosotros sólo nuestro pecho para defendernos contra esos criminales”.
Aseguró que a partir de la fecha las brigadas no permitirán los enfrentamientos, “no volveremos a enfrentarnos sólo con nuestros pechos, estamos preparados para responder”.
Ambos grupos llamaron a los jóvenes a unirse y ponerse al frente; la Juventud Kochala pidió aceptar el desafío y ponerse al frente de cada departamento. Las brigadas convocaron a prepararse físicamente para hacer frente a los “pañuelitos blancos” y Juventud Cruceñista. Redacción Cochabamba.
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